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- Emplazamiento:
- Valencia
- Autores del proyecto:
José María Lozano Velasco
Ana Lozano Portillo
Juan Ranchal Padilla- Colaboradores:
Gloria Espuig Granell
Armando Lael García- Cliente:
Instituto Valenciano de Vivienda SA. Concurso. 1er premio.
- Fecha:
- 2007
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La obra resuelve las dieciocho viviendas solicitadas, doce de ellas de tres dormitorios, seis de dos y tres viviendas más, en esta ocasión de un solo dormitorio, asociadas en dos edificios independientes, con sus respectivos zaguanes pasantes y sus propios núcleos de comunicación vertical. Se consigue también la incorporación del viejo “celler” a la edificación proyectada accediendo al mismo desde un local de planta baja de uso exclusivo para ello. Además del local vinculado al “celler”, se disponen otros cuatro locales, tres de ellos con superficies superiores a cincuenta metros cuadrados tal y como el programa exige, que se entienden especialmente relacionados con el espacio interior, para su mejor puesta en valor.
Se ha prestado particular atención a la intervención en el “celler” para el que se propone una constatación de la ruina que, despojada de posteriores elementos impropios, permita al visitante su reconocimiento histórico y tipológico y su disfrute visual; para ello el “celler” es visible a través de un paño acristalado desde el espacio público y se obtiene una vista cenital interesante desde el local de acceso al mismo. Los arcos carpaneles rescatados y conservados se incorporan a los zaguanes de los edificios o en el espacio urbano interior.
La urbanización del espacio interior se realiza distinguiendo tres zonas diferenciadas a nivel de pavimentos según su uso más específico. Así bajo el Ficus se dispone una alfombra verde para sembrar grama; un amplio espacio central incluye un espacio de juego de niños, arbolado y mobiliario urbano integrado en pequeños muros de hormigón que encintan su superficie; una zona de pavimento duro constituido por piedra caliza aloja en su interior el “foso” que permite la contemplación del “celler” a través de la cristalera antes aludida. Finalmente todo ello está encintado por el pavimento de adoquín utilizado en el entorno. Este último espacio pavimentado aloja también el paralelepípedo emergente que contiene escalera y ascensor de bajada a los aparcamientos para el usuario no residente.