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- Emplazamiento:
- Campus de Vera, Valencia.
- Autores del proyecto:
José María Lozano Velasco
- Colaboradores:
Miguel Ángel Campos González
J.Luis Sáez Martínez
Antonio Viedma Guillamón
Juan Ranchal Padilla- Cliente:
Universidad Politécnica de Valencia
- Fecha:
- 1997
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Cómo hacer crecer un edificio existente – y reciente – respetando cuestiones básicas como la continuidad estructural, elegir entre la convivencia (vivir juntos) y la coexistencia (coincidir en la existencia) y hacer en consecuencia de los espacios intersticiales y de encuentro elementos básicos.
Respetar la dominante horizontal y “pesada” de la preexistencia aceptándola como zócalo, sobreelevar utilizando lo diferenciado y ligero, fabricar entonces prácticamente en seco.
Enlazar versatilidad y uso preciso en espacios que por su función necesitan del sosiego, del recogimiento y de la luz, explotando vistas lejanas y miradas distraídas. Dignificar un campus universitario agotado e invadido. Proponer formas rotundas capaces de encerrar espacios ricos.
La ampliación de la Biblioteca de la Universidad Politécnica de Valencia para resolver cuatro nuevas salas de lectura, pretende ser un ejercicio de afirmación en lo discreto y de confianza en lo elemental.
Surge ante la necesidad de dotarla de un número mayor de puestos de lectura, claramente insuficientes por el índice creciente de usuarios. Para la resolución del programa de necesidades planteado, se construyen dos bloques rectangulares de dos alturas, situados sobre la cubierta de la hemeroteca existente en un edificio de dos plantas. Entre las dos cajas (los “vagones”, como los bautizamos cariñosamente en el estudio) se libera una zona central que además de posibilitar una mayor iluminación natural a las salas de lectura y un enriquecimiento de las visuales, permite respetar las claraboyas existentes en la cubierta para la iluminación cenital de la hemeroteca existente en el edificio inferior, (aunque modificándolas para que no emerjan como tales). Estas cajas alojan en su interior cuatro salas de lectura a razón de una por bloque y planta. Las salas están comunicadas en vertical dos a dos a través de sendas escaleras interiores.
Partiendo de un entorno hostil, por lo anodino de la arquitectura existente, y sobre la base de la adaptación a la geometría que de ella dimana y el respeto de la retícula base, se resuelve un edificio que se singulariza en el conjunto de manera serena.